jueves, 18 de septiembre de 2008

Mientras se niegan locales a entidades, se gastan 60.000 euros en solidaridad con una fachada de Uruguay

Mientras el Ayuntamiento acumula retrasos de hasta dos años en el pago de subvenciones a entidades vecinales, culturales y de mujeres, se apresura a mandar 60.000 euros a Uruguay, país con el que no hay hermanamientos, ni proyectos, ni nada de nada, solo la presencia del alcalde hace meses para asistir a un congreso sobre racismo.

Mientras asociaciones críticas con el Gobierno personalista del senador Catilinario (SPQR) tienen que reunirse en despachos estrechos compartidos con otras entidades que también "caen mal" a los jefes que cobran de todos nosotros, se van 60.000 euros de los alcorconeros -en época de crisis- a un tema de tan elevada y primerísima necesidad como es "la rehabilitación de la fachada del Palacio de la Junta Departamental de Montevideo, institución equivalente al Parlamento de una Comunidad Autónoma Española".

El PP lo ha criticado diciendo que "consideramos un despropósito que en plena crisis económica se destinen 60.000 euros de todos los vecinos de Alcorcón para reparar su fachada y que además eso se haga pasar como un acto de solidaridad o de ayuda al desarrollo”.

¿Es esto cooperación o frivolidad?

"Es evidente que esto no tiene nada que ver con la solidaridad y con la cooperación al desarrollo". Y en esta ocasión el PP tiene razón.

Ahí van los argumentos 'peregrinos' de la portavoz del PSOE, Natalia de Andrés: pues se decidió donar el dinero para arreglar la fachada en un Congreso contra la Xenofobia (?), es para Cooperación y Solidaridad (?)... De eso se ocupa la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI).

Después hay barrios de Alcorcón en mal estado (Casco Antiguo, Torres Bellass, San Jose de Valderas...), se tienen a las trabajadoras de ayuda a domicilio cobrando un mes si y otro no, se derrocha dinero en inservibles tornos de los pabellones de deportes, no se abre un gimnasio que costó 700.000 euros, y Siles 'el replantador', preside los toros de las fiestas, orden emanada en el BOCAM por el único que el 25 de agosto trabajaba en la ciudad: Ollero, director de Cultura.