domingo, 28 de septiembre de 2008

Opacidad informativa, apertura de noticias "positivas"


Hay que alabar la labor de la Policía Municipal de Alcorcón que acaba de conseguir el cierre durante 6 meses y un día de siete bares que se unen a los cinco clausurados en mayo.

Hace cinco meses cayeron La Alcazaba, Extremeño, La Puebla, Tánger, Velas y Euros, y este mes se cerrarán los bares Uka, Asia, La Galería, Laredo, Baviera, Casablanca y Noya.

Otro tema es que las autoridades lleguen al convencimiento que la mejor manera de acabar con las mafías y la venta ilegal es legalizando el consumo de hachís, no mucho más dañino que los copazos de cazalla o coñac a las siete de la mañana o del garrafón en los pubs nocturnos.

Es lo mismo que la prostitución. Ya que jamás se acabará con ella, ¿por qué no se legaliza, se controla sanitariamente y se le cobran impuestos? Punto y final para las extorsiones, las mafias, el estupro y las enfermedades. El problema es cultural: vivimos todavía en una sociedad pacata donde domina la culpabilidad católica (o es que es mejor hacer esas malas cosas a escondidas. Luego me confieso, purgo mi mala conciencia, y a pecar de nuevo).

Oscurantismo en la política informativa municipal.

En el primer caso, de cierre de 12 bares, el trabajo es bueno, salvo por varios fallos municipales, en la línea de opacidad informativa habitual del equipo de Cascallana y de su intrincada y estudiadísima red de comunicación, rastreo, análisis y coacciones veladas:

-El Ayuntamiento publica la noticia de los cierres una vez que ya ha salido en los medios tras la filtración de la Comunidad (si el municipio no fuera tan opaco no debería justificarse a posteriori argumentando que ofrece la noticia para evitar que la Comunidad se cuelgue las medallas que son supuestamente del Ayuntamiento).

-El ex concejal de Seguridad Meléndez intentó a principios de 2003 abrirse a la prensa, pero Cascallana le cortó los grifos y le prohibió informar sobre sucesos. ¿Por qué? Por el miedo innato de políticos temerosos a que la ciudadanía vea los sucesos en la prensa y se crea que vive en una ciudad insegura. Todo lo contrario. No hay mejor política que la transparencia.

-Solo se dan noticias positivas desde el Ayuntamiento cuando todo el mundo sabe que la vida no es tan idílica, que la moneda tiene dos caras y que todo maquillaje, como el del periódico municipal de Alcorcón, es muestra de oscurantismo y de falsa realidad. Es decir, mentira.