A Cascallana debería caérsele la cara de vergüenza. Acepta una distinción del Rey Dictador y Torturador de Marruecos. Esta semana, el ambicioso, cínico y falso alcalde-cenador de Alcorcón, Enrique Cascallana, ha sido condecorado con la Orden Oficial Wisam Al-Alaoui por el Rey Mohamed VI.
Cascallana, si fueras socialista, rechazarías esta medalla y denunciarías la represión de Mohamad VI hacia su pueblo (pateras, renta per cápita como Yibuti, paro galopante...), hacia los saharauis de los territorios ocupados, a la oposición democrática (lo poca que no está en la cárcel) y a los periodistas (Ali Lmrabet, encarcelado y maltratado por un artículo crítico hacia este tirano desalmado).
Cascallana, en lugar de denunciar las tropelías de este sátrapa, amante del boato (posee el 60% de PIB de su país y reúne los poderes legislativo, ejecutivo, judicial y religioso), acepta sus prebendas.
No, senador-cenador, esto no lo debería aprobar un demócrata al que se le llena la boca con la igualdad, el espíritu crítico y la lucha contra las injusticias: Mohamed VI tiene un presupuesto anual de 248 millones de euros (en Marruecos dicen que gana más que todos sus súbditos juntos), posee una docena de palacios en diferentes localidades del país, así como numerosas residencias de lujo y casas en Francia, EEUU, Suiza y otros países.
En definitiva, nada que ver con los desharrapados hijos de su pueblo que se la juegan en una patera o en los depósitos de un camión para llegar a Europa.
