viernes, 7 de noviembre de 2008

Ahí están los currantes: el Rey, Espe, Sebastián y Montoya, el del coche


Este es nuestro país: el de los currantes: Esperanza Aguirre, Rafael Gómez Montoya, Miguel Sebastián y el Rey.

Todos bien pertrechados con impolutos trajes de trabajadores auténticos. Con cascos por si a los vecinos -sin curro, un 18 % más de pago de luz, hipotecas por las nubes y bombillas ahorrativas de 'perdedor' Sebastián- se les ocurre lanzarles alguna botella de cerveza -vacía, claro.

Aunque ocurre todo lo contrario: los ciudadanos ven al Rey y es como si vieran a Papá Noel. Casi se corren de gusto. Ver al Rey, tan campechano, tan simpático, tan cercano... es la hostia, como ver la crisis que nos machaca, pero nada: 'Qué alto es , qué simpático, qué guay estoy con el Rey'.

Es por demás: llega el alcalde de Leganés a La Fortuna en su flamante coche de Sarkozy -81.000 euros que pagamos todos nosotros con nuestro sudor-, se pone el casco -un tipo de 42 años que jamás ha trabajado-, se monta el paripé, la comedia, nos recuerda su cárcel, sus 62 cargos de confianza, su privatización de La Cubierta, sus derrroches en publicidad, las presiones a los periodistas que no escribe a su mediocre dictado, las llamadas de sus grises asesores a directores de periódicos para amenazarlos con no ponerles publicidad si no publican su propaganda..

Y, a casa, al chalé de Arroyo Culebro a pensar a quien sigue jodiendo, olvidándose que el Ayuntamiento no es un cortijo, ni una SA, sino la casa de todos y que si está en la cúspide es para pelear por los más débiles y no por su secta de pelotas, arrastraos y lametraserillos por mucha coleta que tengan.